Quinta imagen: Domar al toro
Representa el control de nuestra naturaleza física o animal, el cual se logra conociéndola, en otras palabras, escuchándola y dialogando con ella. El campesino dirige al toro con las riendas y lo domina a tal grado que el toro se deja conducir. Poco a poco el hombre se vuelve el amo. Lo que se hace en esta etapa es unificar la conciencia con la naturaleza animal. Por ejemplo, un entrenador profesional de animales sabe que por la fuerza no se doma al animal, sino armonizando su conciencia con la de él. Esta es la razón por la cual muchas fórmulas efectivas de desarrollo espiritual no traten de conquistar, dominar, destruir o deshacerse del ego, sino mas bien de vivir en armonía con él. De hecho, es el ego o la mente misma la que promueve la búsqueda de sí mismo y que tiene que pasar por todas las etapas. Por lo tanto, hablar de su eliminación es un absurdo.
Representa el control de nuestra naturaleza física o animal, el cual se logra conociéndola, en otras palabras, escuchándola y dialogando con ella. El campesino dirige al toro con las riendas y lo domina a tal grado que el toro se deja conducir. Poco a poco el hombre se vuelve el amo. Lo que se hace en esta etapa es unificar la conciencia con la naturaleza animal. Por ejemplo, un entrenador profesional de animales sabe que por la fuerza no se doma al animal, sino armonizando su conciencia con la de él. Esta es la razón por la cual muchas fórmulas efectivas de desarrollo espiritual no traten de conquistar, dominar, destruir o deshacerse del ego, sino mas bien de vivir en armonía con él. De hecho, es el ego o la mente misma la que promueve la búsqueda de sí mismo y que tiene que pasar por todas las etapas. Por lo tanto, hablar de su eliminación es un absurdo.
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